fbpx

BLOG

ATRAPADO_ESCRITOR

Piglia

El escritor es alguien que se debate, que interfiere, que no termina de asentarse ni aquí ni allá, zarandeado por unos y otros, con medio cuerpo dentro de la maquinaria social y medio cuerpo fuera, sin posibilidad de redimirse ni resolver del todo el dilema.

Por Eloy Tizón, escritor y profesor de RELEE

Ricardo Piglia y la enfermedad. Ay.

Mi amigo Mateo de Paz me contó la siguiente historia: hace unos años entrevistó a Ricardo Piglia en Casa de América, en Madrid. En el momento en que Piglia fue a tomar el ascensor, las puertas se cerraron, dejándolo atrapado en el medio. Los que estaban dentro del ascensor, intentando ayudarle, comenzaron a tirar de un brazo de Piglia hacia sí para atraerlo a su lado, mientras los que estaban fuera tiraban en dirección contraria del otro brazo, porque no veían que los del interior hacían lo mismo en sentido opuesto, con el resultado de que Piglia era zarandeado entre un bando y otro por fuerzas equivalentes. Una vez liberado de este pequeño gag cómico, parece que Piglia se lo tomó con humor y le comentó a Mateo: «Qué buena metáfora del escritor, ¿no es cierto?»

En efecto, es una buena metáfora. El escritor es alguien que se debate, que interfiere, que no termina de asentarse ni aquí ni allá, zarandeado por unos y otros, con medio cuerpo dentro de la maquinaria social y medio cuerpo fuera, sin posibilidad de redimirse ni resolver del todo el dilema.

Hace poco hemos sabido por la prensa, con tristeza, que Piglia lucha contra una enfermedad degenerativa, la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), que le dificulta enormemente la movilidad, y que su seguro médico escatima el tratamiento, lo que ha motivado peleas judiciales, gastos y desvelos para él y su esposa Beba Eguía. Esto me ha recordado el incidente del ascensor. En su papel de detective de la imaginación, Piglia nos ha legado páginas imborrables sobre el estatus de la ficción y la circulación de historias. Ahora Piglia sigue escribiendo sin parar y encarna, una vez más, al artista herido, zarandeado por manos de vida que tiran de él hacia un lado y manos de muerte que tiran de él hacia el otro. El cuerpo del escritor como complicado campo de batalla por debajo del cual asoma el abismo. Ay.

Publicado en El Cultural de El Mundo, 26/2/2016

Comparte

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.