Los «grandes»
Está muy bien reconocer su maestría, su capacidad de entrega, su mérito, su tenacidad, su magia… teniendo en cuenta que, igual que ellos pudieron llegar a eso, nosotros también podemos hacerlo.
Está muy bien reconocer su maestría, su capacidad de entrega, su mérito, su tenacidad, su magia… teniendo en cuenta que, igual que ellos pudieron llegar a eso, nosotros también podemos hacerlo.
Como aprendices de escritor es importante que aprendamos a detectar —y a aceptar— el punto del camino en el que nos encontramos. Si un niño que está dando sus primeros pasos pretende correr los cien metros lisos, se estampará contra el suelo. Por suerte o por desgracia, los niños son más listos que los adultos.