Muerte en Venecia
La primera vez que vi Muerte en Venecia fue en el Cine Club de la Escuela de Caminos, donde estudiaba y veía todo el cine que podía. Entré a mitad de la película y me quedé fascinado por la fuerza visual y musical de algo que no había visto hasta ese momento. La mitad del público no aguantaba su lento ritmo, soltando risas y haciendo constantes comentarios, a los que la otra mitad cinéfila, muy enfadada, mandaba callar ostentosamente. Al final se cruzaron pitos y aplausos.