Antes de que llegue la noche
Escribimos bajo la sombra de nuestra fragilidad. Esa fragilidad puede ser todo aquello que nos asusta. Si fuera un personaje de película de suspense y nosotros los protagonistas, seguramente que nos acercaríamos a él con cautela y por la espalda, procurando que no crujiesen las ramas bajo nuestros pies.