Con la LIJ hemos topado
¿Necesitamos el pretexto de un libro infantil para conectarnos con una parte de nosotros que tenemos ahí guardada o escondida o encerrada o que nos avergüenza mostrar? Buscamos libros para ellos, se los leemos, se los compramos, los obligamos a leérselos a veces, pero ¿y si esos libros nos hacen a nosotros un poco más sabios y un poquitín mejores personas?