Manual de jardinería (para gente sin jardín) | Daniel Monedero

9 Prólogo El borde del milagro Matías Candeira Esto no es exactamente un prólogo de alabanza o refutación. Dejen de leer si así lo desean. Me encantaría tener perfectamente claro qué debo decir, con palabras elocuentes, sobre un autor nuevo, sintagma que tiene algo de ectoplasma aberrante y de plaga, dado el elevadísimo número de ellos que andan luchando por ahí con un pato de goma en la mano. Pero es probable que este no sea el espacio adecuado para calibrar el futuro engalanado de otro escritor, dado que él, Daniel Monedero, y yo mismo, todavía no nos arrancamos canas delante del espejo. Aún nos falta para llegar a esa edad en que uno sabe el libro que le toca escribir por pura rendición. Y este Manual de jardinería , estos relatos, son depositarios de una sabiduría que desmonta cualquier cautela. Pensándolo bien, esta es la primera mentira que he contado: venía aquí a ser cauto con mis afirmaciones, pero no sé si me lo puedo permitir. A partir de este punto, considérenme un prologuista que no es de fiar, porque conmuchísimo gusto arrojaría ciertos conceptos narratológicos

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