Lo que no está | Jesús Barrio

11 Prólogo Estos doce Ricardo Menéndez Salmón Solo al concluir la lectura de Lo que no está re- paré realmente en la frase que Jesús Barrio había colocado al comienzo de su obra. Y comprendí que un escritor que publica su primer libro debía de te- ner una razón muy poderosa para colocar esa frase y no otra como vestíbulo a su casa. Porque uno no bautiza a su primogénito con un nombre cualquie- ra. Ni le regala unas credenciales de rango inferior. El fragmento escogido por Barrio pertenece a El corazón de las tinieblas , de Joseph Conrad, y es una frase anticlimática; es una frase de situación, no de revelación; es una frase en la que no asoman los grandes temas de la futura narración de Mar- low (el Mal, la dialéctica Progreso/Barbarie, la in- diferencia de la Naturaleza ante el Hombre: todas esas infecciosas mayúsculas), sino que, sencilla y humanamente, sitúa al lector ante un escenario. De hecho, la frase escogida por Barrio para introducir- nos en Lo que no está es la primera frase de El cora- zón de las tinieblas .

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