Lo que no está | Jesús Barrio

14 Prólogo - Estos doce Tres textos magníficos abundan en esta idea. Así, en «Imágenes de Fjordvær» un par de marineros traman una ficción que no tiene tanto que ver con un prurito de reconocimiento cuanto con la satisfacción de un ritual en el que la impostura se acata como mecanismo de supervivencia. Su anhelo de una isla más allá, una especie de última Thule del riesgo, se resolverá de modo inesperado. En este fragmento, una pequeña pieza maestra en torno al conflicto entre simulacro y realidad, Barrio construye una pujante metáfora sobre los poderes (y límites) de la literatura para aprehender el mundo. Otro conflicto, aquel que existe entre deseo y verdad, entre los sueños que la escritura urde y las pesadillas que la realidad concede, se testimonia en un muy bello relato de corte existencialista, «La senda transversal», en el que la materia grosera de un animal atropellado en la carretera y su paulatina desaparición, la conversión de un cuerpo un día vivo en pura nada, abocan al protagonista, Claude —alguien sospechoso de creer en la supremacía de lo escrito sobre lo vivido—, al descubrimiento de que no existe prosa que pueda competir con la muerte. Solo un gesto, la propia desaparición, el propio fantasma, puede igualar semejante logro. Donde la literatura se detiene, comienza la muerte. Un tercer texto, el más enigmático de la colección, «Las bases del movimiento», transfigura las rela- ciones entre creador y criatura, hacedor y artefacto, causa y efecto, y situando al lector en un escena- rio tan reconocible como mitológico, felizmente simbiótico entre lo posible y lo plausible, invierte la dirección del sentido entre sombra y realidad, opinión y conocimiento, hasta reescribir la imagen platónica de la caverna mediante la actualización