Curso de Narrativa. La técnica y el arte, de Ángeles Lorenzo Vime

«Escribir es, ante todo, moldear incertidumbre, fomentar ciertos hábitos para observar el mundo (preservar su lentitud, distanciarse, fantasear sobre un botón, leer incluso cuando el tiempo se encoge y llega la noche) y dinamitar, cada cierto tiempo, los cimientos y las propias conviccio- nes. Se diría que las técnicas son compañeras de trabajo. […] La pregunta es: ¿puede un investigador trabajar sin conocer los rudimentos?, ¿sin esa impedimenta de pipetas, matraces y crisoles? La respuesta es solo una. ¿Cómo utilizar un punto de vista? ¿Cómo construir la estructura de una historia? ¿Cómo fomentar la tensión dramática de un texto? Esas preguntas fueron antes que sus respuestas. Este manual aspira a convertirse en esa dosis de certeza que todos necesitamos para manejarnos en la más absoluta de las desorientaciones. Unas veces actuará de punto de partida, otras como estimulante, otras como red de seguridad y siempre, espero, como una caja de herramientas para matizar o corregir los eventuales desmanes.

Pero este ensayo va más allá, es distinto de los manuales que prometen y cacarean milagros. En él, además de abordar la técnica, tiene cabida esa otra parte más abstracta, donde Onetti, Rilke y Camus (y todos los que, de un modo u otro, han formado parte de ese calidoscópico de la tradición) se dan cita para exponer sus respectivas tesis, su absoluta falta de certezas. Por tanto, la combinación convierte a este manual en algo insólito que se adapta a la verdad de que el camino del escritor es algo mixto, donde se dan la mano la intuición y la técnica, lo errático y lo conocido. Para su autora y para mí, el camino no es otro. Algo que avanza torpemente entre esas dos lindes, alejado de los peligros de ambos extremos».